Motivos

Aguaviva y el Bergantes son lo mismo. Nadie concibe una cosa sin la otra. Acabar con el río Bergantes significaría acabar con Aguaviva, ese pequeño pueblo del Bajo Aragón turolense que no llega a los mil habitantes: Aguaviva… Aiguaiva… agua y vida.

Hablan de seguridad. Hablan de presa, nunca de embalse (como si no supiéramos que, en la práctica será lo mismo: destrucción de un ecosistema privilegiado, bellísimo y magníficamente conservado) Se les llena la boca apelando a un sentimiento de solidaridad que siempre hemos tenido y al miedo a una supuesta catástrofe que, por lo visto, sólo mediante la destrucción de un rio y de un pueblo con él se podría evitar y que hasta ahora jamás les había preocupado.

La CHE asegura que es la única opción viable para evitar los riesgos de una hipotética “gran avenida” que podría poner en riesgo incluso vidas humanas. Pero calla cuando se le plantean alternativas mucho menos agresivas como los nuevos aliviaderos en la presa de Calanda. Calla también cuando se le pregunta por la pésima gestión que se hizo de la última avenida fuerte durante la gota fría del año 2000 cuando tardó más de 36 horas en empezar a desaguar a pesar de que el ritmo de entrada de agua era alto y las previsiones eran malas. Calla cuando se le pregunta porque en mayo-junio de 2013 mantuvo la presa a un 99% de su capacidad de media, llegando a superar el 100% en los días previos al desagüe aun cuando se esperaban lluvias fuertes, viéndose obligada finalmente a soltar un caudal de agua que forzosamente tenía que afectar núcleos habitados como Alcañiz. Calla cuando se le pregunta por qué ha permitido la construcción de viviendas en zonas inundables. Y calla también cuando se le pregunta cómo piensa regar todas las hectáreas de regadío nuevas que se están roturando entre Calanda y Alcañiz…

Nosotros sabemos todas esas respuestas. Sabemos que por mucho que creen alarma social y vendan el embalse de Aguaviva como un mal necesario por la seguridad aguas abajo hay oscuros intereses económicos detrás…

Desde la plataforma vecinal “el Bergantes no se toca” seguiremos trabajando con todos los medios a nuestro alcance para evitar la construcción de esta barbaridad especulativa y para desenmascarar las falacias y mentiras que se lanzan para ocultar los auténticos intereses que hay tras este proyecto.

Defenderemos el rio, nuestro territorio, nuestra cultura y nuestro patrimonio.

¡EL BERGANTES NO SE TOCA! ¡SALVEM LO RIU!